En los últimos 2 años me he dedicado a la docencia a nivel preparatoria y licenciatura, actividad que comencé hace 9 años y suspendí por la oportunidad de realizar la maestría. Realmente, la tarea de ser profesor me gusta y no solo porque es me da de comer en este momento si no porque pongo en práctica y comparto con jóvenes las experiencias que he adquirido, además, con ellos conozco nuevas formas de percibir las cosas y luego de algunas adversidades recuerdo que también fui estudiante.
La docencia no es estar parado frente a un grupo determinado numero de horas, también implica preparar asignturas, revisar tareas después de la clase, cumplir con las responsabilidades administrativas y reducir el tiempo dedicado a otras actividades; no obstante, si esto apasiona, se debe seguir haciendo.
Aprovecho ahora para compartir parte de lo que se ha hecho este tiempo.